Boda de Sébastien Cromwell y Vitya Koslov.

*es realmente guapo lo sabias?*. lo mire pero despues inmediatamnete desvie la mirada

Llegue un poco tarde , me sente al lado de Shanie y le comente : - Que lindos que estan los novios . Me encantan las bodas , a ti no? - le dije .

Mi vestido :

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Mi zapatos :

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Los regalos para los novios :

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Me rei quedamente de su reaccion *si, bien para ti * dije haciendo memoria de sus palabra, las dos nos reimos un poco, luego nos callamos pues algunos voltearon a vernos, incluido Nikolay * huyyy ya te vio *dije en mi mente y ella me dio un ligero golpe en el brazo *k solo decia lo que paso* dije viendola y sonrei, luego tuve que poner atencion a la boda

llegué a la boda que tenía tiempo gestandose y hoy era el día...
Me senté tras la reina Elizabeth, había de todo por todas partes pero ahí estaba como debía esperarse...



Me senté tratando de no arruinar mi vestido esperando que la ceremonia comenzara...
inició poco después y ahora a esperar que terminara...

Veia como llegaban y llegaban mas vampiros, eh hibridos, eso ponia tensos a nuestro pueblo, en realidad todos estaban tensos, pero las unicas que mi importaban eran Vitya y Mia... la abrace y con delicadeza acaricie su vientre y le sonrei - te sientes mejor?- dije viendola, ella asintio y notaba como estaba feliz con Jane

Los votos.

¡Maldición!

No podía pronunciar nada que no fuera a cumplir así que con todo el dolor que implicaba comencé con ellos. Sabía que mis palabras serían hierro para Mía, pero la mayoría de los invitados no sabían nada sobre el acuerdo entre Vitya y yo, así que debían ser creíbles. A ojos de muchos, nos casabamos por amor, así que tenía que mantener la farsa. Aunque ya no lo era del todo, pues realmente amaba a mis hijos.... todo era por ellos y un futuro mejor.

Dejé de divagar y me giré hacia Vitya. Sostuve su mano izquierda con una de las mías, mientras sostenía con la otra el anillo.

- Yo Sébastien Cromwell, príncipe de Inglaterra, te acepto a ti, Vitya Koslov, como mi esposa, esperando que la magia de nuestro amor sea eterno, igual que nuestra existencia. Te prometo, estar junto a ti tanto en los momentos adversos, como en los prósperos. Serte fiel el resto de mi existencia y confiar plenamente en ti. Por eso, acepta este anillo.- pronuncié colocándole la alianza- en nombre de todo el amor que te tengo.

Escuché a Shanie y solté un bufido. Feliz, sólo si se queda viudo, los demás seríamos los más alegres, pensé.

Sebastien dijo sus votos y colocó el anillo en la mano de la... novia...

Ojala que lo sea . Se lo merece . - le conteste a Shanie .

-Espero;aunque no sé..como pudo pasar esto avbeces me preguntó...pero vaya es la suerte...
---sonreí

Escuchar los votos de Sebastien hizo que se me partiera el corazon en mil pedazos, la cabeza me dio mil vueltas y no paraba... mi respiracion se agito y senti las lagrimas venir, me enderece y corri a una velocidad muy rapida alejandome de aquello, senti como el brazo de Raul trato de alcanzarme pero no pudo, solo se veia un borron cuando sali corriendo *perdon Seb pero no puedo no puedo * le dije como disculpa en mi mente

- no - dije muy tarde cuando Mia se escapaba de mis brazos y salia corriendo, no tarde y me fui tras ella, Jane se me quedo viendo cuando pase enfrente de ella y me siguio, vaya que si Mia corria.

Pronto le di alcance, terminamos enmedio de un bosque, cerca de un gran lago a lado del palacio de los vampiros, ella estaba viendo hacia el lago, incada en el suelo cerca de la orilla, con la cabeza gacha y sus manos en su rostro, rapido llegue a su lado - Mia te dije que me avisaras, ven vamos a casa - dije abrazandola y ella se pego a mi pecho

Sentí una parte de mi desgarrarse cuando pronuncié todo aquello. Sabía que Mía estaba escuchando y eso fue más cruel.

De pronto las palabras de Mía llegaron a mi cabeza y el dolor aumentó.

¡Mía!

Una milésima de segundo escuché pasos y de reojo vi que Mía se iba corriendo. Contuve las ganas de ir tras ella y seguí firme aunque por dentro me caía a pedazos...

- Lo siento Mía- dije para mis adentros.

Era el turno de Vitya y debía estar atento, pues desde ese momento mi existencia le pertenecía y todo el sacrificio que hacíamos era por un mejor futuro.