Llegando a Rusia

Después de vagar por España y enterarme de unas cuantas cosas, mi mente estaba más decidida a llevar a cabo cada una de mis ideas. La decisión estaba tomada y no había vuelta atrás.

Llegué al castillo de Rusia y al parecer no había nadie en el Hall, pero como había llegado de improvisto no me lo tomé a mal. Shanie y Alex aún estaban en camino así que mientras tanto exploraría los terrenos como un simple visitante.

Llegue con Diana y con Alizée de ir de compras me sorprendio ver que Sebastien estaba parado en el hall solo, al parecer sus guardias aun no llegaban. Le sonrei, deje las bolsas a un lado y fui abrazarlo.

-Me da gusto que hayas llegado- dije con una sonrisa, me sentia hambrienta.

Abracé a Vi con fuerza y me alegré de verla. Le di un suave beso y le sonreí a las demás en forma de saludo.

- ¿Cómo has estado cariño? ¿Me extrañaste?

Tenía que hablar con ella de muchas cosas pero eso ya sería en privado.

-Si, pero me pude distraer un poco- le dije con una sonrisa, se veia un poco tenso y no sabia por que. Despues tendriamos tiempo de hablar, ahora me sentia muy hambrienta.

-Te molesta si vamos por algo de comer?- le pregunte.

- no, vamos- dije tomandola del brazo. Comence a caminar y me guió hasta lo que suponía la cocina.

Me disculpé con las demás y seguimos las ruta.

- Compermiso damas, mi prometida tiene hambre.

Llegamos a la cocina y habia unos guardias les pedi que me sirvieran lo que fuese pero rapido, la verdad es que moria de hambre y eso me ponia de muy mal humor.

-¿Como te fue en España?- le pregunte distraida mientras esperaba la comida.

- Más o menos, ya te contaré después. Lo importante es que comas primero.- comenzó a comer y me la quede viendo.

- Vi, ¿hace cuánto tiempo que no comes?

-Hace...- comenze a decirle cuando me entraron unas nauseas horribles, de prontola comida no parecia tan deliciosa y me dieron ganas de volver el estomago, deje de comer y di un sorbo grande de agua esperando que pasaran.

Observé cómo la cara de Vitya se contorsionaba y me asusté.

- ¿Qué te pasa?- le pregunté cuando su cara comenzó a ponerse verde- La comida te cayó mal? Vi! ¿Qué sucede?

-No... no lo se- le dije pues sentia como el color desendia de mi rostro... era algo muy extraño nunca me habia pasado -No he comido nada... yo creo que tal vez por eso- lo mire algo preocuapda, esto no era normal.

- Segura?- eso era raro y muy poco usual.- ¿Cómo te sientes ahora? ¿Quieres ir al médico?- ¿Así se llamaban los sanadores humanos?- Vi, te estás poniendo verde de nuevo- dije alarmado.

Senti algo asi en los humanos como "bajarse la presion" no me sentia nada bien. ¿Que estaba pasando?

-¿Habra un medico cerca?-pregunte viendolo mientras me mareaba un poco mas, necesitaba uno urgentemente.

- Eso no importa Vi, podemos ir a la ciudad.- eso ya no me estaba agradando, Vi comenzaba a perder calor y estaba pálida igual que yo.

- Sostente- le dije dandole mi brazo. Me acerqué a ella y mejor la estreché contra mi pecho. - Puede que esto te mareé un poco la primera vez pero ya te irás acostumbrando.

Use mi don y cerré los ojos sosteniendo a Vitya a mi lado. Todo se volvió negro y de pronto aparecimos en la ciudad.

Me senti algo mas mareada depues de que nos movimos, me sentia con hambre pero la comida me daba asco, y el solo mirarla me daban ganas de vomitar, me sostuve de su brazo hasta que encontramos un doctor. Entro y hablo rapidamente con la recepcionista, no tenia ganas de hablar o sentia que el estomago se me vaciaria mas de la cuenta. Entramos en el consultorio.

Vitya se estaba poniendo cada vez peor y algo me decía que eso ya no era bueno.

Entramos al consultorio y el médico frente a nosotros se le quedó viendo con curiosidad.

- Mi prometida está enferma y no sé lo que tiene- dije atropelladamente. Me hartaban los sanadores humanos, pero ella parte humana y no podía evitarlo.

El doctor se me acerco y comenzo a checarme todo, la dilatacion de las pupilas, los reflejos, la presion sanguinea, el pulso y todas esas cosas que revisan para ver si estabas bien.

Hize todo lo que me dijo, tratando de que fuera rapido y me dijera pronto que tenia, ya no me sentia mareada pero ahora un poco molesta por ponerme asi, solo queria que pasara.

El médico terminó de revisarla y lo apremié para saber qué tenía Vi. Su repentino malestar no era para nada normal y aunque parecía mejor algo en ella no andaba bien.

- entonces, qué tiene?- pregunté exasperado por no saber más.

-¿Que es lo que tengo doctor?- le dije algo irritada, el solo hizo una gran sonrisa y nos miro sin decirnos nada.

- si?- le dije. Parecía que llevabamos horas esperando y no nos decía nada. Lucía una gran sonrisa y supuse que era un idiota porque parecía disfrutar de nuestra agonía.

Además, con todo lo que me había pasado en los últimos días lo último que quería eran malas noticias.

- Les tengo buenas noticias- soltó al fin- ¡Felicidades!

¿EH??

Abri los ojos como plato ante sus palabras, ¿buenas noticias? si me sentia fatal ¿felicidades? sino nos habia dicho nada aun. Me estaba molestando.

-¿Puede ir al punto por favor?- le dije casi exigiendole.

Yo estaba molesto y Vi también, quién se creía ese tipo para felicitarnos sin siquiera tener un motivo.

- Van a ser padres- gritó emocionado el humano.

Me quedé en shock...

"¿QUE QUE?" no podia creerlo, no supe que decir no podia reaccionar... simplemente esto no podia ser posible, no podia ser madre ¿o si? era cierto que habian pasado ciertas cosas con Sebastien pero de ahi a ser padres...

-¿Pa...padres?- balbucee.

Seguía en shock...

¿Padre?

Suspiré al recordar ciertas cosas que no podía permitirme y apreté la mano de Vi. Al menos esta vez podía hacer algo y eso haría.

- Vi... entoces tu estás...

La miré fijamente y ella seguía anonadada.

-...embarazada?- termine su frase y aprete mas su mano, esto no podia estar pasando.

Sentiotra ola de nauseas.

-Mejor vamonos de aqui- le sugeri en un susurro, no queria estar mas en ese lugar.

Salimos del consultorio sin decir palabra y pagué en efectivo la consulta.

Esa información era mucha que procesar y tanto Vi como yo necesitabamos estar a solas.

Se recargó en mii pecho y cuando estuve seguro que nadie estaba cerca nos teletranportamos al bosque.