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Entré al Hall y vi a una desconocida.

- Hola, tu debes ser Isabell, cierto?- sabía que una nueva guardia llegaba hoy, así que supuse que sería ella.- Es un gusto conocerte. Soy Sébastien Cromwell.

La chica era hermosa y eso era bueno. Aunque algo me decía que lo más poderoso en ella no era su belleza.

- Y hace mucho que llegaste?

Ella seguía sonriendo y se veía muy simpática. Aunque tenía mis dudas, para empezar, cuál era la razón por la que había sido contratada.

- Por lo menos no llevas mucho esperando- dije al ver que no había nadie más por ahí para darle la bienvenida.- Y supongo que no conoces aún el castillo verdad?

Era una chica bastante hermética pero ya después conocería las razones de su contrato.

- Entonces vamos- le dije- en vista de que no hay nadie más por aquí, te mostraré el castillo.

Oi que una nueva guardia habia llegado. Baje las escaleras hasta el Hall para recibirla. Mi hermano estaba ya alli, al parecer ibana ir a recorrer el castillo. Quise retirarme pero se dieron vuelta hacia la puerta y me vieron.
-Oh, buenos dias- dije - Soy la princesa Adeline, tu eres Isabell no?- le pregunte a la dama que parecia simpatica ya que mostraba una gran sonrisa en su cara.

Adeline apareció. Al menos alguien más había bajado a darle la bienvenida a Isabell, no quería que pensara que éramos descorteses.

- Si, ella es la nueva guardia. - Miré a mi hermana- Estabamos a punto de ir a dar un recorrido por el castillo, nos acompañas?

Adeline no contestaba y al parecer no quería estar ahí.

- Humm, si tienes cosas que hacer no te interrumpo hermana- le dije al ver la duda en su rostro- pero si quieres encontrarnos más tarde estaremos por el castillo. Hum- pensé- creo que vamos a comenzar por el exterior. Lo primero que debes conocer son los alrededores Isabell.

-De acuerdo.

Comenzamos a caminar hacia el bosque y llegamos.

- Es hermoso verdad?- dije mirando la extensión del terreno y la profundidad del bosque.

- Ven, vamos a hacer un rápido recorrido. Espero que puedas correr con esa ropa.

- Ahora estás perfecta- le dije al ver que rasgaba su ropa para tener mayor movilidad.

- Comencemos por los alrededores- dije y me eché a correr, antes de terminar mi frase.

- Pues eso todavía no ha sido nada Isabell.- le dije sonriente.- Alguna vez te has teletransportado. Eso si que es veloz. Si te portas bien, puede que algún día te lo muestre.- le dije haciendo gala de mi don.

Sonreí.

- No, pero me gustaría- dije con energía.

- De acuerdo-le dije- que sea a la luz del día. Y a cambio te mostraré lo divertido que es viajar de un lugar a otro sin siquiera parpadear.

-vamos- dije mientras corría- ahora vamos al jardín.