Mi cuarto..........

La guie a Adeline hasta mi habitación. Abrí la puerta y la dje pasar. -Bueno esta es mi habitación. Y aquella puerta de alla conduce al baño.- le explique, e hice ademan para irme, pero Adeline me tomó del brazo.

Su habitación si que era linda y tenía una bellisima vista panorámica del bosque. -Bueno esta es mi habitación. Y aquella puerta de alla conduce al baño.- me explico con su carismática voz. Comenzó a caminar para irse, pero yo no quería que lo hiciera e inesperadamente l tomé del brazo. ¿Que le iba a decir?¿Como iba a justificar aquel contacto?. No me dijo nada, solo me miró, esperando que hablara. Y dije lo primero que se me cruzo por la mente. -Cedric...la verdad es que...quiero agradecerte todo lo que has hecho por mi y por tu comportamiento tan hospitalario...es muy amable de tu parte además dejarme usar tu habitación para que pueda asearme...- le solté trabandome varias veces ante su deslumbrante mirada.

Al momeno que su mano tocó mi piel, sentí como un estraño calor invadía mi cuerpo, impidiendome pensar con claridad. La miré a los ojos, eran tan bonitos, del mismo color que las aguas del Egeo. Continué mirándola a la espera de que dijera algo. -Cedric...la verdad es que...quiero agradecerte todo lo que has hecho por mi y por tu comportamiento tan hospitalario...es muy amable de tu parte además dejarme usar tu habitación para que pueda asearme...- dijo tatamudeando.
-No hay de que Adeline, es un placer para mi poder ayudarte sobre todo porque....- me interrumpí, había hablado más de la cuenta.

-No hay de que Adeline, es un placer para mi poder ayudarte sobre todo porque....-se interrumpió y se alejó de mi. ¿Que era lo que le sucedía, que es lo no se animaba a decirme?. -Dimélo Cedric, ¿Por qué te da tanto placer ayudarme?¿Por qué te interrumpiste?- le pregunté angustiada. Pero no me respondió, y se marchó lo más rápido que pudo y me dejó sola.

Me dejo muda su comportamiento asique decidi que lo mejor sería darme un buen baño, nada como el agua caliente para despeja una mente.

Salí del baño envuelta en unas mullidas toallas y sobre la cama de Cerdic descansaba un precioso vestido azul. Me lo puse y para mi sorpresa me calzaba perfectamente. Debía agradecerle a la reina por tan magnífico regalo por lo que salí de la habitación en su busca.