Cazando con el Principe

Llegue aun tomada de la mano del principe Sebastien. Era el lugar perfecto, silencioso, solitario... perfecto. Olisquee el aire en busca de alguna presa, solo para disimular un poco hasta descubrir sus verdaders intenciones para conmigo. Hacia el norte, un par de cazadores qe seran cazados. anuncie.

Llegamos hasta el bosque y seguía sosteniendo la mano de Hannelore.

olfateo algo y dijo:

- Hacia el norte, un par de cazadores qe seran cazados-

- Claro, pero antes, quisiera hacer algo.

La atraje hacia a mí y la estreché en mis brazos. Olfateé su cuello y lo lamí.

- Sabes, hueles delicioso.

Ya no estaba para juegos infantiles y lo mejor era ser directo.

Ok. SI SE ME ESTABA INSINUANDO. Le segui el jueguito Y pose mis manos sobre sus hombros. Me han dicho... murmure con una sonrisa maliciosa, incluso pervertida. Lo mire fijamente a los ojos... y entonces...

La respuesta de Hannelore fue afirmativa y me siguió el juego.

No había nada que perder por un poco de sana diversión. Puso sus manos en mis hombros y retomó el beso.

Rodee su cuello con mis manos y enrede mis dedos suavemente entre su cabello. Cerre los ojos y le segui el juego.

No había mejor de pasar tiempo muerto, que de aquella manera. Hannelore también opinaba lo mismo o eso parecía, pues en vez de apartarse de mí se acercó un poco más y enredó sus dedos en mi cabello.

La solté un poco y le pregunté:

- ¿Quieres seguir jugando?

Me preguntaba si tenía algo en mente, encontraba irresistibles a las mujeres que tenían iniciativa.

Por supuesto. le respondi mostrando mi pequeña sonrisa pervertida y aun rodeando su cuello. Te gustan las escondidas? pregunte en tono malcioso.

Sonrió con malicia y sus ojos destellaban.

- Por supuesto, Hanne, ¿Qué tienes en mente?

Usted se esconde y yo lo busco propuse aun sonriendo

- Eso no es de caballeros- le dije mirandola a los ojos- pero qué te parece si es al revés. Tú te escondes y yo te busco.

Me parece perfecto. conteste aun con mi sonrisa bastante maliciosa.

Sonrió y eso fue una buena señal.

- Quieres que cuente y me tape los ojos mientras te escondes- bromeé.- o a la antigua usanza, tu corres, yo te sigo?

Me gusta mas a la antiguita... conteste y heche a correr gracilmente, incitandolo a seguirme.