UN ULTIMO PASEO...

Antes de que nos fueramos a Alemania, fui a dar un paseo Raul se quedo viendo unas cosas, le dije que tenia que despedirme de mi hermana y el accedio a dejarme ir sola pero queria ir a ver un lugar que me traia gratos recuerdos...

Andaba por el lago cuando vi a Mía llegar.

- Mía- dije en murmullos.- qué haces aquí?

desperte de mi ensueño y vi a Sebastien, me sorprendi mucho - perdon señor, andaba paseando, recuerde que este es mi lugar favorito- dije poniendome un poco roja

- señor?- qué pasaba con Mía- qué tienes Mía? Te sucede algo?- le pregunté inclinandome sobre ella.- Te sientes mal?

Algo raro pasaba con ella

Sin pensarlo lo abrace, dios cuanto lo extrañaba y lo iba extrañar - perdona pense que si te trataba con indiferencia lograria olvidarme de ti pero no puedo - dije aun en su pecho llorando, en eso los bebes se movieron - si ya se perdon- me enderece y acaricie mi vientre - perdonen saben como ando, lo siento- dije hacia mis bebes

Sentí el abrazo de Mía y también la abracé.

- Tranquila Mía- dije aspirando su aroma- Se movieron nuestros hijos verdad?- le pregunté feliz- siguen hablandote?- pregunté emocionado.

asenti - si, todo el tiempo - mi mano bajo a mi vientre de nuevo, vi su rostro en el reflejaba felicidad una que hacia que me sintiera igual, le diria podria decirle sin que lo gritara a los cuatro vientos... bueno era un decir, pero la idea de decirle que eran me embargaba por completo,me mordi mi labio, pensando si decirle o no

- pasa algo Mía?- le pregunté al ver su cara de duda. Quería decirle tantas cosas, pero no quería verla sufrir de nuevo, así que tenía que callarme por su bien y por el de mis hijos.

me volvi a morder mi labio con nerviosismo, sabia que se lo habia prometido a Raul pero... por dios el debia saberlo - es que ya se que son Sebastien- tenia la mirada gacha y la fui subiendo hasta que me toque con sus hermosos ojos azules - vamos a tener un niño y una niña- vi mi vientre y sonrei, mis bebes tambien estaban felices, ya comprendian mucho mas, pero trataba de ocultarles lo de su verdadero padre por el bien de todos, la felicidad era tal que de mis ojos empezaron a brotar lagrimas

- Wow- dije y la abracé- Mía, eso es tan maravilloso, supongo que ya habrás pensado en los nombres no??- le pregunté extasiado. De pronto noté que aún seguía abrazandola y me separé de ella. Lo último que necesitaba era complicar más las cosas.

- Lo siento, yo... me deje llevar.