Boda de Sébastien Cromwell y Vitya Koslov.

Hoy era el dia de la boda de mi hermano Sebastien y Vitya. La idea no me agradaba mucho pero si mi hermano era feliz... Me eligieron para ser madrina de los anillos, no sabia bien que era eso solo sabia que tenia que llevar los anillos. Elegi un vestido color crema con unos detalles de negro. Me vesti y fui a la iglesia, estaba muy linda decorada. Me acerque a mi madre.
-Que linda que estas madre!- le dije.

Mi vestido

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Los regalos:

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Finalmente el gran día había llegado y me sentía nervioso. Quizá los nervios no eran sólo por mi matrimonio, una palabra que detestaba pues implicaba otras como amor, lealtad, compromiso y la peor de todas fidelidad

Sin embargo yo lo había escogido y no había marcha atrás. Sabía los beneficios de mi unión, principalmente para el reino de Inglaterra y en el caso de Vitya, para Alemania.

Comencé a vestirme y poco a poco recordé como se habían dado las cosas.

Negué con la cabeza y reí un poco.

Quién hubiera pensado que llegaría a esto... ni en mis más locos desvarios lo imaginé. Recordé la primera vez que vi a Vitya y la forma en la que la traté.

- Nunca digas de esa agua no beberé- susurré con tranquilidad. Terminé de vestirme e intenté arreglar mi cabello. Seguía igual de rebelde que siempre así que cedí.

Era extraño pensar que era el día de mi boda. Un leve escalofrío recorrió mi cuerpo y recordé porque lo hacía. Además, ahora tenía una razón que la hacia más especial: mis hijos.

Mis hijos

Mis hijos con Vitya y... nadie debía jamás conocer el secreto.

Mis dudas se disiparon y con paso firme caminé hasta la puerta.

No había tiempo para niñerías.

Di un último vistazo a mi habitación y a mi vida de soltero y eché a andar a la Iglesia.

Así que finalmente el día había llegado...
Era simplemente surrealista imaginar en el pasado que estaría asistiendo a la boda de un vampiro, los seres que más detestaba en la Tierra.
A estas alturas tenía mis dudas e inconformidades respecto a ese matrimonio, pero ya no había nada que hacer...
Suspiré con resignación y caminé hacia la iglesia, seguida por Nikolay.
El vestido me incomodaba un poco, no estaba acostumbrada a vestirme de forma tan formal...sólo esperaría a que acabara pronto.
Divisé a la reina Zhanna luego de unos segundos y caminé a su lado.
No sabía muy bien qué decir y era más que probable que de mi boca salieran muchas trivialidades ese día.
Me crucé de brazos, esto sería largo...

Me tarde mucho mas de lo esperado en arreglarme, queria lucir preciosa. Me peine cuidadosemante y busque mi mejor vestido. Era celeste con detalles en beige y agarre un saquito rojo vivo.
Baje casi corriendo desde mi habitacion. Use mi don para ver si aun no comenzaba.
Finalmente llegue y mire alrededor, todo estaba divino. Wow... murmure.

Mi vestido

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Terminaba de vestirme, el dia de laboda al fin habia llegado, no podia evitar sentirme un tanto nerviosa. Era una fehca especial, El matrimonio es solo una vez en la vida, o en la eternidad pense para mis adentros.

Me mire en el espejo y gire sobre mi misma, me sentia extraña en ese vestido blanco pero lograba disimular bastante bien lo del embarazo.

Mis hijos era la unica razon que me daban fuerzas y valor para seguir con lo que iba a hacer, luchar por un mundo donde ellos pudieran crecer sin ningun tipo de problemas.

Jamas pense que llegaria hasta este pundo, claro que pensaba en casarme y tener hijos, pero enmis sueños siempre habia sido un lycan o en su defecto un humano con el que me desposara, pero no era asi. Mi vida habia dado un giro de 360 grados y no habia vuelta de hoja.

Suspire lentamente mientras me ponia los aretes, el collar y la tiara. Observe el anillo de compromiso que reposaba delicadamente en uno de mis dedos de mi mano izquierda. Ya estaba lista, nunca me habia gustado sobrecargarmede accesorios y maquillaje y opte por algo mas natural y sencillo como siempre.

Podia oir los ruidos de la gente que iba y venia de un lado a otro de la puerta, pero era mejor empezar con esto de una vez, el ponerme nerviosa o estrezarme no serviria de nada.

Di un gran respiro y me encamine a la entrada de la iglesia.

Estaba tranquila en mi puesto con Adeline, me tube con contener para no matar a Zhanna... tambien llego la odiosa de Diana... esa chica era mucho mas fastidiosa que una Lycan normal...

-Gracias Adeline, tu tambien estas bellizima..-dije con una sonrisa apartando el cabello de su cara...

-definitivamente no me aguanto a esa tal Zhanna.... y su guardia la Zehetner...- murmure luego vi a Aline llegar al salon

-Aline! mi cielo! estas hermosa, princesa! ¿que me cuentas?